5 de mayo de 2016

SOJA SI, SOJA NO

Existe un claro debate acerca de si la soja es buena o no para la salud. Por eso he creído que sería interesante hablar acerca de ella en el blog, ya que es un alimento bastante presente en la dieta vegana.
La soja es una legumbre que contiene los 8 aminoácidos esenciales, y por lo tanto es una excelente fuente de proteínas. A diferencia de las proteínas de origen animal, ésta no va asociada a grasas saturadas ni colesterol, así que es una alternativa más saludable si queremos incorporar fuentes proteicas de calidad en nuestra alimentación. Además es un alimento muy versátil ya que de ella podemos obtener:
- Leche de soja
- Tofu 
- Yuba 
- Tempeh 
- Harina de soja 
- Brotes de soja
- Otros subproductos como salsa de soja, por ejemplo.

Además posee diferentes propiedades muy beneficiosas para nuestra salud, ya que contribuye a disminuir la tasa de azúcar en sangre, reduce el colesterol, previene la osteoporosis, y además alivia los trastornos durante la menopausia, debido a la presencia de fitoestrógenos. Y aquí amigos, es donde empieza la polémica. 
Muchos creen fervientemente que tomar soja o sus derivados puede llevarles a sufrir desórdenes hormonales, como por ejemplo ginecomastia (o lo que es lo mismo, el crecimiento de "pechotes" en hombres). Bromas a parte, no es algo para tomarse a la ligera, la verdad, ya que las causas de esta patología masculina pueden ser múltiples y bastante serias, pero principalmente no tienen nada que ver con la soja. Pero no vamos a entrar en eso aquí. El problema es que se le ha creado una falsa mala fama a este alimento, al que la humanidad lleva dando uso desde hace miles y miles de años. El tofu, sin ir más lejos, fue inventado en China por el príncipe Liu An (179-122 a.C) si si, antes de Cristo, y si, si habéis calculado la edad de este señor vivió casi 60 años que no es poco para aquel entonces. Deberíamos guardarle un poco más de respeto y confiar más en este alimento milenario.

Por otro lado, la plantación de esta legumbre puede ser muy beneficiosa para los cultivos ya que interviene en la fijación de nitrógeno en el suelo, eso si, estos cultivos deben ser rotacionales, de lo contrario pueden generar desequilibrios ecológicos, así que es mejor apostar por soja que no sea transgénica, y que provenga de cultivos limpios, libres de pesticidas, y respetuosos con el medio ambiente.

Pero si queréis aprender aún más acerca de la soja, os dejo este vídeo del activista Gary Yourofsky donde hace una excelente reflexión que seguro no os dejará indiferentes.





Espero que os haya ayudado un poquito si teníais dudas acerca de este alimento. Y como siempre os digo, es muy importante informarse y no dejarse llevar por lo fácil, por lo que nos cuentan, que casi siempre es información que perjudica aquello que va en contra de los intereses de la industria de la carne.

¡Hasta la semana que viene! :D


25 de febrero de 2016

TORTILLA DE PATATAS VEGANA


Os voy a confesar que la primera vez que hice una tortilla de patatas sin huevos, fue un auténtico desastre (bueno, la primera y la segunda y la tercera jajaja). La textura quedaba demasiado densa, un poco seca y el sabor no me acababa de convencer. Pero no me rendí, probé otras recetas, fui haciendo combinaciones diferentes hasta que, unas cuantas tortillas después, encontré la que más me gustó. Tuve la gran suerte de encontrar un tutorial para preparar tortilla de patatas sin huevos, de la mano de Gastronomía Vegana (<-- tenéis ahí el enlace) en el que explican a la perfección cuál es la función de cada uno de los ingredientes de la mezcla del "no huevo" para que la consistencia, la textura y el sabor sean perfectos. Os lo recomiendo muchísimo. 







Como os decía, después de hacer unas cuantas tortillas, he encontrado la que para mi gusto, es la mejor combinación. Vario ligeramente la receta original porqué a mi me gusta así, pero en vuestras manos está encontrar la que más os guste, al fin y al cabo la cocina está para experimentar y ser creativos. Y de tortillas de patata, ¡no hay ninguna igual!

Éstos son los ingredientes que vamos a necesitar (para 1 tortilla pequeña de unos 20 cm de diámetro):

- 3 patatas hermosas
- 1 cebolla grande (o 2 pequeñas)
- aceite de oliva Virgen Extra
- sal del Himalaya

Para la mezcla de "no huevo":
- 38 g de harina de garbanzo
- 1 tablespoon de maicena
- 100 ml de agua
- 45 ml de leche de soja
- 1 tomate maduro pequeño*
- 1/4 teaspoon de sal Kala Namak** (opcional, si no disponéis esta sal, usad sal normal)
- 1/8 teaspoon de cúrcuma en polvo (opcional)

*En la receta original utilizan vinagre suave para neutralizar el sabor del garbanzo, aunque también se puede utilizar tomate, como en este caso.
**La sal Kala Namak o sal negra de la India, es una sal de origen volcánico rica en minerales, que desprende un sabor sulfuroso que recuerda al huevo cocido.

Reduzco a la mitad las cantidades de la mezcla de "no huevo" respecto a la receta original, eso es porque normalmente la tortilla es para mi sola (aunque en mi casa siempre "pican"). De todas maneras si tenéis una cena y la queréis llevar, el tamaño está bien. Además, me gusta más que predomine la patata por encima del resto.

Preparación: 

1. Cortamos las patatas por la mitad longitudinalmente, y cada mitad a su vez la partimos por la mitad longitudinalmente también, de manera que al cortarlas en rodajitas, nos queden triángulos. Las rodajas que sean aproximadamente de 3-4 mm de grosor. Por otro lado cortamos la cebolla por la mitad, y luego la picamos fina. Por supuesto, podéis hacer este paso como lo hagáis habitualmente.

2. En una sartén, de 20 cm de diámetro, ponemos abundante aceite de oliva y cuando esté caliente añadimos las patatas y la cebolla con cuidado. Lo dejamos a fuego medio bajo para que no se quemen y a mitad de la cocción les damos la vuelta para que se hagan bien por todos lados. Añadimos sal al gusto.

3. Mientras tanto, en un bol añadimos todos los ingredientes de la mezcla, la harina de garbanzo, la maicena, el agua, la leche de soja, y el tomate troceado (previamente pelado y sin la parte que va unida al tallo), la sal y la cúrcuma (es opcional, pero ayudará a que la tortilla nos quede de color dorado) batimos bien durante 1 minuto.

4. Cuando las patatas y la cebolla estén blanditas, las sacamos de la sartén y las escurrimos para eliminar el exceso de aceite. Las incorporamos al bol de la mezcla líquida y removemos para que se mezcle todo bien.

5. En la sartén donde habíamos freído las patatas ponemos un chorrito de aceite de oliva (una cucharada más o menos) y cuando esté caliente, añadimos la mezcla. Lo repartimos bien con la ayuda de una cuchara de madera y lo dejamos tapado a fuego mínimo durante unos 5 minutos. 

6. Pasado este tiempo podéis mover la sartén, para comprobar que la tortilla se ha despegado y se mueve. Si todavía esta pegada, dejarla un poquito más.

7. Le damos la vuelta con la ayuda de la tapa, la volvemos a poner con mucho cuidado en la sartén y con la ayuda de la cuchara metemos los bordes para que nos quede más redonda, la dejamos 4-5 minutos más, tapada y a fuego bajo.

8. Cuando este bien dorada, o a vuestro gusto, retiradla del fuego y dejarla enfriar en un plato. Personalmente me gusta más cuando está templada, además cuando no está tan caliente tiene más firmeza.

¡Y ya está! Ahora no tenéis excusa para preparar una tortilla de patatas riquísima y además mucho más sana porque tiene 0% de colesterol. La podéis acompañar con pan con tomate, haceros bocadillos, pinchitos...¡Lo que más os guste!

Espero que la preparéis, y me contáis. 

¡Hasta el jueves que viene!


11 de febrero de 2016

SOPA HINDÚ DE LENTEJAS ROJAS


Hoy vamos a preparar una deliciosa sopa de lentejas rojas. Este tipo de lenteja se cuece mucho más rápido que el resto porque no tiene piel, así que no es necesario ponerla en remojo y además es más fácil de digerir. La lenteja roja nos aporta un montón de proteínas, hierro, zinc, selenio, hidratos de carbono, y vitamina B1. Así que esta sopa no solo nos hará entrar en calor, sino que además nos proporciona nutrientes esenciales y mucha energía. El sabor de esta sopa es distinto al de las lentejas clásicas, ya que vamos a utilizar zumo de lima, curry y cilantro que le darán un toque muy especial a este plato.






La receta está inspirada en la sopa Dahl, por supuesto es mi versión y podéis hacer las modificaciones que queráis, por ejemplo ponerle más especias (garam masala, cúrcuma, comino...) o incluso leche de coco si tenéis por casa, pero así está muy rica. 

Éstos son los ingredientes que vamos a necesitar (para 2 personas):

100 g de lentejas rojas
- 1/2 calabacín
- 2 cebollas pequeñas o 1 grande
- 2 tomates
- 500 ml de caldo de verduras
- 1 teaspoon de curry en polvo
- 1 teaspoon de sal del Himalaya
- 1/2 teaspoon de jengibre fresco rallado
- 1 lima
- 1 buen puñado de cilantro
- aceite de oliva Virgen Extra




Preparación:

1. En una olla de tamaño medio ponemos un buen chorrito de aceite de oliva. Añadimos la cebolla cortada fina y el calabacín cortado en medias lunas. Dejamos que se pochen a fuego bajo.

2. Cuando la cebolla y el calabacín estén blanditos, añadimos los tomates cortados en gajos y el jengibre fresco rallado. Removemos bien todo.

3. A continuación, incorporamos las lentejas lavadas y escurridas, removemos para que se integre bien y añadimos el caldo vegetal, la sal, el curry y el zumo de media lima.

4. Dejamos a fuego medio-bajo durante 15 minutos más o menos, que será el tiempo que tardarán las lentejas en cocerse. A mitad de la cocción podéis añadir un buen puñado de cilantro picado.

5. Lo servimos en un bol o plato sopero y lo decoramos con unas hojitas de cilantro y un buen chorro de zumo de lima.

Podéis acompañar esta sopa con vuestro pan favorito, un bol de arroz integral, o una ensalada variada, todo dependerá del hambre que tengáis y de los platos de sopa que os toméis (yo no me puedo tomar solo uno jajaja)

Espero que la preparéis, es súper fácil de hacer y el resultado ¡os sorprenderá!

¡Hasta la semana que viene!