28 de abril de 2016

ALCOHOL VEGANO

¿Te has parado a pensar alguna vez si el alcohol está exento de ingredientes de origen animal? De entrada la respuesta puede parecer clara ya que las materias primas necesarias para su producción son principalmente de origen vegetal. En el alcohol obtenido mediante fermentación se utilizan frutas (como la uva para elaborar vino), cereales (como la cebada para fabricar cerveza) y en el caso de los obtenidos por destilación como los licores también se emplean bayas, cereales y plantas aromáticas.
Entonces, ¿debemos preocuparnos los veganos a la hora de consumir bebidas alcohólicas? Por desgracia, en muchas bodegas de vino y cerveza emplean métodos llamados de "clarificación" para forzar el aclarado. Es decir, cuando no se produce espontáneamente la sedimentación de las particulas en suspensión o se retrasa, se añaden estos componentes para que coagulen y precipiten. También se utilizan para aumentar el brillo y en definitiva para que alcancen el máximo de calidad en el menor tiempo posible. Ahí es donde reside el problema, las sustancias clarificantes son, en su mayoría, de origen animal. Las más utilizadas son:

- Isinglass (o cola de pescado): se obtiene de la vejiga natatoria de algunos peces como el esturión o el bacalao. 
- Gelatina (obtenida de los huesos, pezuñas y despojos de la industria cárnica como ya vimos en otra entrada)
- Albúminas y caseína: Clara de huevo, albúmina de huevo, sangre, suero de sangre, leche desnatada y caseína. En el caso de las albúminas, la sangre de ternero ya no se utiliza, en general únicamente se usa la de huevo.

Afortunadamente, podemos encontrar bebidas alcohólicas libres de estos componentes. Los vinos y cervezas orgánicos no utilizan clarificantes y respetan el proceso natural sin acelerarlo. Pero no hace falta que nos vayamos a productos ecológicos, muchas de las marcas que todos conocemos son Vegan friendly. Y aquí es donde hace su aparición estelar la maravillosa página Barnivore, una web en la que podemos comprobar si la cerveza, vino o licor que deseamos degustar es vegano o no. 


Podemos buscar directamente por la marca, por país de origen, filtrar las que si lo son y las que no. Hay miles de marcas de vinos, cervezas y licores de todo el mundo que han sido verificadas. Así que ¡utilizad esta herramienta siempre que lo necesitéis! Os dejo el enlace a su página aquí.

Me gustaría añadir, para los que vivís en Barcelona, que existen bares que fabrican sus propias cervezas artesanales y no utilizan ningún clarificante de origen animal. 

- El Maderal Bar Vegano, donde además podéis degustar excelentes tapas veganas de la mano del chef Toni Rodríguez.
- Cat bar, fabrican sus propias cervezas además de un delicioso surtido de veggie burgers.
- La Cervesera Artesana, fabrican gran variedad de cervezas artesanas, respetando los tiempos y sin usar clarificantes, os dejo su página web --> http://www.lacervesera.net/

¡Espero que os haya sido útil! Y por supuesto, si conocéis más lugares donde tomar un buen vino o cerveza veganos, dejadlo en los comentarios.

¡Hasta el jueves que viene!


21 de abril de 2016

BIZCOCHO CASERO VEGANO


La receta de este bizcocho se la dieron a mi abuela hace tropecientos mil años y siempre se ha preparado en mi casa para las ocasiones especiales. A todo el mundo le encanta porque es súper esponjoso y tiene un sabor muy rico. Contiene un ingrediente un poco distinto, el anís, pero que es clave para que tenga ese sabor tan característico que lo hace diferente de un bizcocho clásico. Pero no os asustéis, lleva muy poca cantidad y solo sirve para aromatizarlo, os prometo que está buenísimo

Lógicamente la receta original no es vegana, así que me puse manos a la obra para veganizarla. Y después de algunas pruebas, os traigo una versión sin huevos, ni leche que mantiene todo el sabor y esponjosidad de la receta ancestral.


Lo podemos comer tal cual sale del horno (bueno, dejándolo enfriar un poco primero) aunque si os apetece se puede decorar para hacerlo más presentable. La receta lleva piñones tostados y cerezas confitadas por encima, pero esta vez preferí ponerle unas virutas de chocolate negro.





Haciendo un pequeño homenaje a la "antigüedad" de la receta, he optado por utilizar harina de espelta en lugar de harina de trigo. La espelta tiene más de 7.000 años de historia, es rica en proteínas (ya que contiene los 8 aminoácidos esenciales), tiene vitaminas (sobretodo del grupo B) y minerales (como el hierro, el magnesio y el fósforo). Además este cereal está menos explotado que el trigo y normalmente el que encontramos en el mercado procede de cultivos limpios. El endulzante que he usado también es mucho más saludable que el de la receta de mi abuela, ya que en lugar de azúcar blanco he usado panela, o lo que es lo mismo, azúcar integral de caña, que nos aporta nutrientes esenciales y energía, en lugar de calorías vacías como ocurre con el refinado. Y por supuesto, los huevos los he sustituido por un ingrediente que va a hacer la misma función, la compota de manzana (y que a diferencia del huevo no tiene colesterol). Así que, esta veggie versión no solo está igual de deliciosa sino que es ¡muchísimo más sana!


Los ingredientes que vamos a necesitar son los siguientes:

- 250 g de harina de espelta
- 180 g de azúcar integral de caña (panela)
- 1 sobrecito de levadura química
- 240 ml de compota de manzana (sin edulcorar)
- 1/2 cup (125 ml) de leche de soja ecológica
1/2 cup (125 ml) de aceite de oliva
1/2 cup (125 ml) de licor de anís
- 1 limón (la ralladura)

- 1 molde de unos 20 cms de diámetro




Preparación:                                                   

1. Antes de empezar, precalentamos el horno a 190ºC. También podéis preparar el molde, lo untamos con un poco de aceite de oliva y lo enharinamos, así evitaremos que se pegue mientras se hornea. Lo reservamos.

2. En un cuenco tamizamos la harina y añadimos el sobre de levadura química. Lo mezclamos bien con la ayuda de un tenedor y lo reservamos.

3. En otro bol añadimos el azúcar y la compota de manzana. Con la ayuda de unas varillas removemos para que se disuelva el azúcar y quede una mezcla homogénea.

4. A continuación, añadimos a esta mezcla el resto de ingredientes líquidos, la leche de soja, el aceite de oliva y el anís. Removemos nuevamente hasta que se mezcle bien.

5. Incorporamos poco a poco la harina (con la levadura) y vamos removiendo para que se integre bien. 

6. Con la ayuda de un rallador, rallamos la piel del limón (únicamente la zona más superficial, sin que llegue a la parte blanca, para que no amargue) y la agregamos a la masa.

7. Añadimos la mezcla al molde que previamente habíamos engrasado y enharinado, y lo metemos en el horno a altura media, durante 30 minutos o hasta que al pincharlo con un palillo éste salga limpio. Todo dependerá de vuestro horno y del molde que utilicéis. 

8. Lo dejamos enfriar en el molde y lo desmoldamos con cuidado.

Como veis, la preparación no tiene ninguna dificultad. En poco tiempo tendréis un bizcocho delicioso, libre de grasas saturadas, sin refinados y lo más importante, sin haber causado daño a ningún animal.

Espero que os guste y lo preparéis en casa, ¡hasta la semana que viene!



14 de abril de 2016

TALLARINES A LA CARBONARA VEGANA


Siempre he pensado que la cocina está para disfrutar, del resultado por supuesto, pero también de todo el proceso que nos lleva a ese resultado. Innovar, cambiar, probar, estar continuamente pensando cómo mejorar una receta o qué ingredientes pueden funcionar mejor que otros, es algo que forma parte de ese arte que es la cocina. Porque al final, los ingredientes son como colores que se mezclan en un lienzo, y en nuestras manos está conseguir la mejor composición. 

Y después de esta reflexión tan profunda y pinturil (jajaja) os explico la receta de esta semana. Todo surgió de una de estas combinaciones de las que os hablaba, no es que se me haya ido la pinza, a ver, todo tiene su porqué. Se me ocurrió añadir un poco de queso ahumado vegano en la salsa carbonara y el resultado no pudo ser mejor. Ya había probado otras versiones, pero tampoco me acababan de convencer del todo. Pero el toque ahumado del queso aporta ese inconfundible sabor que recuerda mucho al bacon




La salsa es cremosa, suave y tiene todo el sabor (al menos que yo recuerde) de una deliciosa salsa carbonara. Por supuesto, ésta es una versión mucho más saludable ya que no vamos a utilizar ningún ingrediente de origen animal y por tanto es 100% libre de colesterol.

Éstos son los ingredientes que vamos a necesitar para la salsa carbonara (para 2-3 personas):

- 1 cebolla
- 2 dientes de ajo
- 5-6 champiñones hermosos
- 350 ml de leche de soja ecológica (sin edulcorar, ¡muy importante!)
- 100 g de queso vegano ahumado (yo usé "Saturn" de Divina Teresa)
- 1 teaspoon de maicena
- 1/4 cup (60ml) de vino blanco (opcional)
- sal y pimienta
- perejil (para decorar)
- aceite de oliva Virgen Extra





Preparación:

1. En una sartén añadimos 4 cucharadas de aceite de oliva. Cuando esté caliente incorporamos la cebolla picada, los ajos cortados muy finitos y lo dejamos a fuego medio-bajo.

2. Mientras se pochan, vamos a quitarles el pie, con cuidado, a los champiñones y los laminaremos finamente.

3. Cuando la cebolla esté blandita añadimos los champiñones y salpimentamos. Dejamos que se hagan un poco a fuego medio-alto y añadimos el vino blanco (esto es opcional). Removemos hasta que se evapore el alcohol.

4. A continuación, separamos un poco de leche de soja en una taza y la mezclamos con la cucharadita de maicena, removemos bien con un tenedor para que se disuelva bien y no queden grumos. Lo mezclamos con el resto de leche y lo añadimos a la sartén.

5. Dejamos que se cueza todo a fuego medio bajo hasta que la salsa empiece a hervir. Añadimos el queso rallado (no hace falta que lo ralléis muy fino, se fundirá bien) y vamos removiendo con una cuchara de madera para que se homogenice todo. En este punto podéis añadir más sal y pimienta a vuestro gusto. Cuando la salsa tenga el espesor deseado, podéis apagar el fuego y reservar hasta que la pasta esté cocida.

Solo nos quedará mezclarlo con los tallarines. Podemos añadirle un poco de perejil fresco picado, rallar un poco más de queso por encima, espolvorear levadura nutricional...¡lo que queráis! Como la soja es una fuente de proteína completa, podéis acompañar este plato de una ensalada variada, y tendréis una comida bien equilibrada. Os aseguro que están muy ricos y si os apetece un buen plato de pasta os dejará bien saciados y complacidos. Y como siempre, ¡sin dañar a ningún animal!

Espero que probéis de hacer esta receta y ¡me contáis!