25 de febrero de 2016

TORTILLA DE PATATAS VEGANA


Os voy a confesar que la primera vez que hice una tortilla de patatas sin huevos, fue un auténtico desastre (bueno, la primera y la segunda y la tercera jajaja). La textura quedaba demasiado densa, un poco seca y el sabor no me acababa de convencer. Pero no me rendí, probé otras recetas, fui haciendo combinaciones diferentes hasta que, unas cuantas tortillas después, encontré la que más me gustó. Tuve la gran suerte de encontrar un tutorial para preparar tortilla de patatas sin huevos, de la mano de Gastronomía Vegana (<-- tenéis ahí el enlace) en el que explican a la perfección cuál es la función de cada uno de los ingredientes de la mezcla del "no huevo" para que la consistencia, la textura y el sabor sean perfectos. Os lo recomiendo muchísimo. 







Como os decía, después de hacer unas cuantas tortillas, he encontrado la que para mi gusto, es la mejor combinación. Vario ligeramente la receta original porqué a mi me gusta así, pero en vuestras manos está encontrar la que más os guste, al fin y al cabo la cocina está para experimentar y ser creativos. Y de tortillas de patata, ¡no hay ninguna igual!

Éstos son los ingredientes que vamos a necesitar (para 1 tortilla pequeña de unos 20 cm de diámetro):

- 3 patatas hermosas
- 1 cebolla grande (o 2 pequeñas)
- aceite de oliva Virgen Extra
- sal del Himalaya

Para la mezcla de "no huevo":
- 38 g de harina de garbanzo
- 1 tablespoon de maicena
- 100 ml de agua
- 45 ml de leche de soja
- 1 tomate maduro pequeño*
- 1/4 teaspoon de sal Kala Namak** (opcional, si no disponéis esta sal, usad sal normal)
- 1/8 teaspoon de cúrcuma en polvo (opcional)

*En la receta original utilizan vinagre suave para neutralizar el sabor del garbanzo, aunque también se puede utilizar tomate, como en este caso.
**La sal Kala Namak o sal negra de la India, es una sal de origen volcánico rica en minerales, que desprende un sabor sulfuroso que recuerda al huevo cocido.

Reduzco a la mitad las cantidades de la mezcla de "no huevo" respecto a la receta original, eso es porque normalmente la tortilla es para mi sola (aunque en mi casa siempre "pican"). De todas maneras si tenéis una cena y la queréis llevar, el tamaño está bien. Además, me gusta más que predomine la patata por encima del resto.

Preparación: 

1. Cortamos las patatas por la mitad longitudinalmente, y cada mitad a su vez la partimos por la mitad longitudinalmente también, de manera que al cortarlas en rodajitas, nos queden triángulos. Las rodajas que sean aproximadamente de 3-4 mm de grosor. Por otro lado cortamos la cebolla por la mitad, y luego la picamos fina. Por supuesto, podéis hacer este paso como lo hagáis habitualmente.

2. En una sartén, de 20 cm de diámetro, ponemos abundante aceite de oliva y cuando esté caliente añadimos las patatas y la cebolla con cuidado. Lo dejamos a fuego medio bajo para que no se quemen y a mitad de la cocción les damos la vuelta para que se hagan bien por todos lados. Añadimos sal al gusto.

3. Mientras tanto, en un bol añadimos todos los ingredientes de la mezcla, la harina de garbanzo, la maicena, el agua, la leche de soja, y el tomate troceado (previamente pelado y sin la parte que va unida al tallo), la sal y la cúrcuma (es opcional, pero ayudará a que la tortilla nos quede de color dorado) batimos bien durante 1 minuto.

4. Cuando las patatas y la cebolla estén blanditas, las sacamos de la sartén y las escurrimos para eliminar el exceso de aceite. Las incorporamos al bol de la mezcla líquida y removemos para que se mezcle todo bien.

5. En la sartén donde habíamos freído las patatas ponemos un chorrito de aceite de oliva (una cucharada más o menos) y cuando esté caliente, añadimos la mezcla. Lo repartimos bien con la ayuda de una cuchara de madera y lo dejamos tapado a fuego mínimo durante unos 5 minutos. 

6. Pasado este tiempo podéis mover la sartén, para comprobar que la tortilla se ha despegado y se mueve. Si todavía esta pegada, dejarla un poquito más.

7. Le damos la vuelta con la ayuda de la tapa, la volvemos a poner con mucho cuidado en la sartén y con la ayuda de la cuchara metemos los bordes para que nos quede más redonda, la dejamos 4-5 minutos más, tapada y a fuego bajo.

8. Cuando este bien dorada, o a vuestro gusto, retiradla del fuego y dejarla enfriar en un plato. Personalmente me gusta más cuando está templada, además cuando no está tan caliente tiene más firmeza.

¡Y ya está! Ahora no tenéis excusa para preparar una tortilla de patatas riquísima y además mucho más sana porque tiene 0% de colesterol. La podéis acompañar con pan con tomate, haceros bocadillos, pinchitos...¡Lo que más os guste!

Espero que la preparéis, y me contáis. 

¡Hasta el jueves que viene!


17 de febrero de 2016

BOLLITOS DE CANELA VEGANOS (CINNAMON ROLLS)


Hace un tiempo, mientras buscaba cómo preparar cinnamon rolls veganos, descubrí el canal de una chica y su maravillosa receta de este pan dulce. Se trata de Mary's Test Kitchen (<-- tenéis el enlace a su canal ahí, por si queréis chafardear) publica semanalmente vídeo-recetas y la verdad es que son muy inspiradoras, os recomiendo que le echéis un vistazo ¡estoy segura que os encantará! (y de que os entrará hambre, también estoy segura).
He probado diferentes tipos de cinnamon rolls, y éstos son los que más me han gustado. La textura es bastante tierna y esponjosa, son ligeros y su sabor es dulce pero no empalaga. Son perfectos para tomar con un café o chocolate caliente, para desayunar, merendar...



Normalmente se sirven con un glaseado de azúcar, aunque también se puede acompañar de un frosting de cream cheese, como en este caso (y siguiendo la receta original).







Aunque de entrada pueda parecer lo contrario (por el listado de ingredientes), la preparación de estos bollitos no es demasiado difícil, lo único que nos llevará es tiempo, ya que deberemos dejar que la masa repose. Pero en mi opinión, si queréis pasar una tarde de invierno en familia, prepararlos es un buen plan. La recompensa llega cuando se hornean, toda la casa huele a canela, es increíble (por no hablar de cuando te los comes, claro)

En este enlace tenéis la receta original --> Gooey Vegan Cinnamon Buns Recipe (miradla, porque así podéis ver cómo se prepara) de todas maneras, os paso los ingredientes "in spanish" y con alguna pequeña modificación, por si queréis hacerlos con harina integral como en mi caso.

Éstos son los ingredientes que vamos a necesitar (salen 12 bollitos):

Para la masa de los bollos (con harina integral):
- 2 y 1/3 cups de harina de trigo integral*
- 1 cup de leche de soja templada
- 2 y 1/4 teaspoons de levadura de panadero
- 3 tablespoons de azúcar integral de caña (panela)
- 1/4 teaspoon de sal
- 3 tablespoons de margarina fundida (procurad que sea sin grasas hidrogenadas)

*La harina integral absorbe más liquido, por eso añadí menor cantidad de harina que la receta original que lleva 3 cups. Después de las 2 tazas y 1/3 añadí un poco más para que no se pegara mientras trabajaba la masa, pero máximo fueron 2 tazas y 1/2, añadid mientras os vaya pidiendo más harina, pero hacedlo poco a poco, porque si os pasáis no os quedarán esponjosos).

Para el relleno:
- 2 tablespoons de margarina 
- 1 tablespoon bien colmada de canela en polvo
- 2-3 tablespoons de azúcar integral de caña (la receta original dice que es opcional, yo le pusé 2, todo dependerá de lo dulces que los queráis)

Para el "caramelo" (esta mezcla, hará que queden jugosos y caramelizados en la base):
- 1/3 cup de margarina
- 1/2 cup azúcar integral de caña
- 3 tablespoon de sirope de agave

Para el frosting (las cantidades las he modificado porque salía mucha cantidad y para mi gusto era demasiado dulce):
- 1/4 cup de margarina a temperatura ambiente
- 1/2 cup queso crema vegano (yo usé Sheese Original de Bute Island Foods tenéis el enlace aquí)
- 1/2 cup de azúcar glass
- 1/2 teaspoon de extracto de vainilla

Para la preparación, os aconsejo nuevamente que miréis el vídeo que os he dejado más arriba, es mucho más sencillo de entender.

Y eso es todo, espero que os haya gustado la recomendación, que os animéis a investigar y a preparar nuevas recetas veganas y por supuesto que os atreváis a hacer estos maravillosos cinnamon rolls riquísimos y libres de ingredientes de origen animal.

¡Hasta la semana que vieneeeee!


11 de febrero de 2016

SOPA HINDÚ DE LENTEJAS ROJAS


Hoy vamos a preparar una deliciosa sopa de lentejas rojas. Este tipo de lenteja se cuece mucho más rápido que el resto porque no tiene piel, así que no es necesario ponerla en remojo y además es más fácil de digerir. La lenteja roja nos aporta un montón de proteínas, hierro, zinc, selenio, hidratos de carbono, y vitamina B1. Así que esta sopa no solo nos hará entrar en calor, sino que además nos proporciona nutrientes esenciales y mucha energía. El sabor de esta sopa es distinto al de las lentejas clásicas, ya que vamos a utilizar zumo de lima, curry y cilantro que le darán un toque muy especial a este plato.






La receta está inspirada en la sopa Dahl, por supuesto es mi versión y podéis hacer las modificaciones que queráis, por ejemplo ponerle más especias (garam masala, cúrcuma, comino...) o incluso leche de coco si tenéis por casa, pero así está muy rica. 

Éstos son los ingredientes que vamos a necesitar (para 2 personas):

100 g de lentejas rojas
- 1/2 calabacín
- 2 cebollas pequeñas o 1 grande
- 2 tomates
- 500 ml de caldo de verduras
- 1 teaspoon de curry en polvo
- 1 teaspoon de sal del Himalaya
- 1/2 teaspoon de jengibre fresco rallado
- 1 lima
- 1 buen puñado de cilantro
- aceite de oliva Virgen Extra




Preparación:

1. En una olla de tamaño medio ponemos un buen chorrito de aceite de oliva. Añadimos la cebolla cortada fina y el calabacín cortado en medias lunas. Dejamos que se pochen a fuego bajo.

2. Cuando la cebolla y el calabacín estén blanditos, añadimos los tomates cortados en gajos y el jengibre fresco rallado. Removemos bien todo.

3. A continuación, incorporamos las lentejas lavadas y escurridas, removemos para que se integre bien y añadimos el caldo vegetal, la sal, el curry y el zumo de media lima.

4. Dejamos a fuego medio-bajo durante 15 minutos más o menos, que será el tiempo que tardarán las lentejas en cocerse. A mitad de la cocción podéis añadir un buen puñado de cilantro picado.

5. Lo servimos en un bol o plato sopero y lo decoramos con unas hojitas de cilantro y un buen chorro de zumo de lima.

Podéis acompañar esta sopa con vuestro pan favorito, un bol de arroz integral, o una ensalada variada, todo dependerá del hambre que tengáis y de los platos de sopa que os toméis (yo no me puedo tomar solo uno jajaja)

Espero que la preparéis, es súper fácil de hacer y el resultado ¡os sorprenderá!

¡Hasta la semana que viene!



4 de febrero de 2016

¿POR QUÉ ERES VEGAN@?

A menudo me encuentro en situaciones en las que me resulta muy complicado explicar porqué soy vegana. Para que me entendáis, la explicación es clara y sencilla, pero encontrar las palabras adecuadas, y sobretodo, en según que situaciones, no lo es tanto. Especialmente cuando quieres transmitir aquello que has visto, lo que te ha marcado y ha hecho que cambies tu vida para siempre, sin entrar en cólera mientras los demás banalizan dichos temas, la mayoría de veces sin mala intención ya que lo hacen por desconocimiento. Y ese es el motivo de esta entrada. Nadie puede comprender la razón de esta decisión, sin haber visto. La importancia de estar informados es esencial en todos los ámbitos de la vida, y lo que se esconde detrás de lo que comemos, por supuesto también. Y mi consejo, sinceramente, es que os informéis. 

Como os decía, la definición es sencilla, el veganismo es una manera de vivir de forma respetuosa, ética y compasiva con los demás animales de este planeta. A diferencia de una dieta vegetariana, no solo rechazas alimentarte con productos de origen animal (incluyendo lácteos, huevos y miel) sino también asistir a espectáculos en los que se utilizan animales (como zoológicos, corridas de toros, circos y ferias), usar productos que hayan sido testados en animales, así como utilizar elementos de origen animal para vestir y calzarte (piel, lana, seda o plumas). 
Sé que puede parecer una postura extremista y radical. Pero creedme, no lo es. Lo realmente extremo es lo que sucede a diario a nuestras espaldas, y de lo que somos cómplices sin tener la menor idea.

Os recomiendo los documentales Earthlings y Cowspiracy (<-- tenéis el enlace a la página si cicláis) aunque también los podéis encontrar en YouTube y además subtitulados en español. No tienen desperdicio y son la mejor manera de entender cómo afecta al planeta, a nuestras vidas, y sobretodo a la de los animales, el trato que reciben por nuestra parte.

Os quiero dejar también este vídeo del activista americano Gary Yourofsky. Explica perfectamente por qué eligir este camino. Aunque sea largo, os prometo que es muy interesante. Hay imágenes duras e información que a nadie le gusta oír, pero en mi opinión, ya que nosotros tenemos el privilegio de ser libres y elegir cómo vivir, antes debemos conocer qué se esconde detrás de lo que elegimos.